viernes, 25 de marzo de 2011

El País: Flequillazos de gloria


A la estrella le divirtió que le asesinaran en un capítulo de CSI, pero no el retrato que de él se hizo en Glee. Justin, al otro lado del aparato.

JUSTIN BIEBER NO EXISTE

Bieber juega a que él no es Bieber. Su yo poético, el que usa en esta segunda entrevista -esta vez telefónica, con motivo del estreno de la película-, es un adolescente prácticamente ficticio que es ajeno a la industria, no le quita el sueño que le cambie esa voz, ni le ha cambiado mucho la vida desde que, en julio de 2009, sacara su primer sencillo para convertirse en el ídolo de masas más rentable de nuestros tiempos. Uno que si se corta el flequillo, no lo hace como estrategia de marketing.

-Quería un cambio de look y me lancé.

-Así que sacas un nuevo disco, pero no un nuevo Bieber.

-Bueno, el disco es más maduro. No llega a ser adulto, pero es más maduro.

-¿Como tú?

-Más o menos. Trata de cosas con las que estoy lidiando ahora que antes desconocía.

-¿Fama internacional y millones de fans?

-Eh, no. Cosas de adultos: relaciones.

TODO POR LAS FANS

-Llevas dos años cantando Baby. No es moco de pavo.

-Ya. La canto todas las noches. Es mi canción.

-Dos años son el 13% de tu vida.

-Ya. Pero a mis fans les encanta. Así que a mí también.

Bieber divide el mundo en tres ejes: él mismo, su música y sus fans. Los dos primeros ejes están justificados por el último. Sus queridas fans. La cosa rozó el extremo el pasado 10 de marzo en Liverpool. En pleno stendhalazo, las miles de seguidoras que rodeaban el hotel casi acaban en la cárcel porque, tras verlo, rozaron la definición policial de un disturbio. En respuesta, Bieber tuiteó: "Me voy a dormir, no me gritéis mucho". Porque le encantan sus fans. Y le encanta encantarles.

EL REY DE LAS REDES SOCIALES

-¿Cuántos "me gusta" recibe lo que publicas en tu perfil personal de Facebook?

-Miles. Pero no tengo perfil personal. Solo tengo uno público.

Bieber es un tío de lo más abierto. Ajeno al esoterismo de estrellas adultas como Lady Gaga, cada tautología nacida en su cerebro de 16 años acaba en su boca. De ahí que sus declaraciones en febrero contra el aborto y sobre violaciones causaran tanto escándalo. Pero, descontextualizaciones aparte, su candor le hace carne de Internet: con 23 millones de amigos en Facebook y 8 millones de seguidores en Twitter, se le suele llamar el rey de las redes sociales. Conocerlo por ellas es conocerle a él.

LA PEQUEÑA PANTALLA

-Eso de morir en TV tiene que ser fuerte.

-Pues es divertidísimo. Y lo mejor es que estuve en la tele sin tener que ser yo.

Como lo suyo son las masas, a Bieber le quieren en la tele. CSI le dio un papel y se llevó 14 millones de espectadores. Pero alguien que despierta pasiones de todo tipo es difícil de retener en un medio generalista: CSI lo compensó matando a Bieber a balazos en otro capítulo. Glee intentó abarcar la crítica despiadada y el amor entregado, y se quedó en menos: 10,4 millones. Un bajón. "No me gustó. No sé qué estaban reflejando, pero eso no era yo. Pero, bueno, siempre está bien que te dediquen un capítulo en Glee".

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